jueves, 26 de julio de 2007

Los Mandalas, todo un descubrimiento


Hoy os quiero presentar un descubrimiento que hice hace t
iempo: los mandalas.

Un mandala, rueda o círculo en sánscrito, es una imagen con un centro y con una simetría organizada habitualmente en 4 ejes. Existen casi desde el comienzo de la humanidad y en todos los continentes y culturas.
Los mandalas tienen su origen en las religiones orientales, principalmente en el hinduismo y el budismo. Para estas religiones, son representaciones simbólicas del cosmos.
Actualmente, los mandalas constituyen una de las mejores herramientas para la relajación, la concentración, el autoconocimiento o el crecimiento personal.
Hay dos formas fundamentales de usar los mandalas: observar mandalas con color (como el de la imagen) o colorearlos. También podemos crear nosotros mismos nuestros mandalas, pero eso se lo dejo a los expertos en el arte del dibujo. (yo soy una manazas para el dibujo)
Personalmente, os recomiendo colorearlos. Es una técnica de relajación muy eficaz, si lo acompañamos de buena música, tranquilidad y silencio absoluto. Colorear mandalas favorece la concentración, la meditación...y os aseguro que si lo probáis os va a sorprender lo rápido que pasa el tiempo y lo mucho que os habréis abstraído del resto del universo.
Hay muchísimos tipos de mandalas. En la red podréis encontrar gran cantidad de mandalas, tanto para colorear como para observar.
Mi experiencia personal con los mandalas ha sido muy gratificante. Me estrené coloreándolos en un curso en el que participé como alumna, y me conquistaron. Hace poco, impartí un curso y se lo propuse a la clase. Resultado: mas de 45 minutos coloreando en absoluto silencio (solo con la musica), y l@s alumn@s pensaron que llevaban solo unos diez minutos; además de que ese día salieron de clase como si les hubieran dado un masaje completo en un balneario. A partir de ese día, al llegar al aula siempre me encontraba a alguien que venia estresado y se habia puesto a colorear mandalas para relajarse un rato antes de empezar la clase.
En ese momento, me di cuenta del filón que había encontrado, sobre todo, porque mis alumnos eran adultos con un trabajo bastante estresante y con unos simples dibujos para colorear habían conseguido lo que no les pudo ofrecer ni un psiquiatra con terapia y tres cajas de valium.
Es más, en mi trabajo usamos muchísimo los mandalas, es nuestro as debajo de la manga. Como muchos de vosotros sabéis, trabajo con personas con trastorno mental grave y os puedo asegurar que estas personas, con todos sus problemas para concentrarse (que no son pocos), consiguen empezar y terminar un mandala de un tirón.
Y si dejamos su faceta terapéutica a un lado, por lo menos nos podemos echar un buen rato coloreando un mandala y dando libertad a nuestra creatividad.
¡que los disfrutéis!
PD: aquí os dejo el enlace a la definicion de mandala que da la wikipedia, por si os interesa ampliar información.
http://es.wikipedia.org/wiki/Mandala