miércoles, 1 de octubre de 2008

Los sueños se hacen realidad

Pues sí, señoras y señores, es cierto, los sueños se hacen realidad, si se lucha por ellos. En esta vida, nada es gratis.
Hoy, miércoles 1 de octubre de 2008, aproximadamente a las 11:30 de la mañana, he terminado mi carrera universitaria. Ya soy Diplomada en Educación Social. A quince días de cumplir 30 años.
Tras haber empleado seis años de mi vida, y del dinero invertido...mejor ni hablamos. Del esfuerzo, os lo imaginais, mucho, muchisimo. De los sacrificios...mejor no recordarlos. De la satisfaccion de haberlo logrado...no hay palabras para expresarlo.
Si pudiera, lo publicaría en los periodicos de tirada estatal, pondría pancartas por la calle, daría una rueda de prensa...pero mejor aún, lo cuento aquí, en mi espacio, donde lo leerán aquellos a quien les importa, y algunos que lleguen por casualidad, desde cualquier parte del mundo. Hay un lugar mejor?
Hoy me siento libre, mejor aún, ME SIENTO LIBRE, con mayúsculas. Ya dije en su momento que somos dueños de nuestro destino, y que mejor demostración que haberme hecho con las riendas del mio propio. Y me siento muy orgullosa por ello. Me he demostrado a mi misma, sobre todo, y a muchas personas también, que podía conseguirlo y lo he conseguido. He saltado y esquivado muchos, demasiados, obstáculos. Pero digo yo que haber prácticado atletismo y carreras de fondo me ha servido de algo, no? Este era un proyecto a largo plazo.
En el camino he necesitado mucha ayuda y apoyo, y lo he tenido de aquellas personas que no me han defraudado, que han estado conmigo en mis malos momentos, y en los buenos. Consolándome cuando lloraba de frustración, y cuando he saltado de alegria y llorado de felicidad.
Ahora me debato entre emociones encontradas. Siento unas ganas enormes de gritar, saltar, cantar...pero también tengo el nudo en la garganta. Me ha costado tanto que no me lo creo. Echo la vista atras y pienso en las cosas que me han pasado en estos seis años. Cómo ha cambiado mi vida, y la de los que me rodean. Como superé aquel bajon que me hizo dejar los estudios durante un curso entero. Cómo volví con ilusiones renovadas un septiembre más, con mi sobre de matrícula, con la firme intención de no volver a caerme. Y aquí estoy. Lo he conseguido. He luchado. Seguiré luchando. En una semana, mi vida ha dado un vuelco. Tengo un trabajo envidiable. Una pareja que no me ha permitido bajar la cabeza, que ha sido mis muletas, mis pañuelos para secar mis lágrimas, quien me ha sacado una sonrisa cuando nadie lo conseguía, y que ha apostado por mi SIEMPRE. Ramón, lo hemos conseguido.
Pablo, siempre has sido el primero en felicitarme, y eso no podré olvidarlo. Te has preocupado, como mucha gente que debiera hacerlo no lo ha hecho.
Ana, Jesús: y a vosotros que os digo? Si se me saltan las lágrimas sólo de pensarlo. Habéis apostado por mí, me habeis consolado, me habeis animado y felicitado, os habeis ilusionado. Jamás podré devolveros ni agradeceros todo lo que me habeis acompañado en este duro camino. Me tratáis como a una hija, y ser hija vuestra me llena de orgullo. Sé que os sentís orgullosos de mi, como buenos padres.
Gracias.
Y bueno, si sigo agradeciendo uno por uno, no termino nunca!
A todos los que me habéis sufrido, apoyado, animado, consolado...GRACIAS!
Los que me conocéis bien, sabeis lo importante que es esto para mi.
Como ya he dicho, tengo en mis manos mi destino, y no lo volveré a soltar.